LA HACIENDA DE SHISMAY
La ruta incluye una parada en la hacienda de Matamarca y el
poblado de San José de Páucar, además de las hermosas lagunas de Mancapozo, Yanapozo,
Parquencho y Verde Cocha. Sin embargo, la ‘joya’ turística de Amarilis es la
Casa Hacienda Shismay.
Construida en el siglo XIX por colonos alemanes que pasaron por
Huánuco rumbo a la selva, Shismay perteneció sucesivamente a varias familias terratenientes.
Al decretarse la reforma agraria, en
1969, la casa quedó en desuso por varios años, hasta que en la década pasada
fue puesta en valor con ayuda de la señora Nancy Rolando, hija del último hacendado
de la zona.
Hoy, la comunidad de San Sebastián de Shismay administra la
casa-hacienda, convertida en alojamiento para turistas con todas las
comodidades de un hotel de primera.
Las ganancias entran a las arcas del pueblo, para beneficio de
todos los comuneros.
Viaje en el tiempo: En la parte delantera del inmueble, un
dormitorio conservado a la perfección con cama de bronce, lavatorios de porcelana,
baúles de madera y techo alto sirve de punto de partida para un verdadero viaje
en el tiempo hacia el siglo antepasado.
En la sala, un fonógrafo, una chimenea, dos alacenas y muebles
de madera crean un ambiente especial, como salido de una película de época. El
comedor contiguo combina utensilios antiguos y modernos y puede ser empleado
por los visitantes en ocasiones especiales.
Por último, una capilla a la usanza tradicional le otorga a Shismay
un toque de paz que concuerda completamente con la tranquilidad del paisaje. Es
una experiencia única.
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